sábado, 30 de noviembre de 2013

Mi gente del Hospital

Este post llevo queriéndolo escribir desde hace muchos muchos meses y me hace mucha ilusión porque es mi pequeño homenaje a esas personas que desde que empecé esta aventura han formado parte de mi día a día y que se han convertido en personas sin las que esto no hubiera sido tan llevadero.

Me siento orgullosa de la gente que forma parte del equipo de Oncología del Hospital Gregorio Marañón. No sé si es muy correcto que en este post de nombres pero llega un momento de tu vida que...que te da igual lo que vaya a decir la gente y necesito hacer esto. Porque igual ellos no son conscientes de lo mucho que ayudan a los pacientes, de lo importante que es que te llamen por tu nombre, que te sonrían, que te cojan de la mano...

En primer lugar quiero dar las gracias a Toñi, una compañera de mis padres que aunque no trabaja en oncología se prestó voluntaria desde el principio para sacarme ella las analíticas y que no sólo me evita las colas de oncología si no que hace que tengamos tan buena conversación mientras me saca sangre que ni me doy cuenta.

Luego está todo el equipo de investigación. Creo que de Teresa ya os hablé en algún post y el cariño que la tengo es increíble porque fue con quien empecé y quien vivió el principio de todo. Todos los que forman el equipo aunque no trabajan conmigo son super majetes y siempre tienen una sonrisa para los mil pacientes que entramos a todas horas con mil dudas y con 200 papeles en la mano. ¡Gracias por esas sonrisas! Y en ese equipo está mi Ana, quien coordina mi estudio y se encarga de darme cada mes todos los cuestionarios, volantes y papeles que debo rellenar. Y entre las dos nos conseguimos entender y llevar esto de la mejor manera posible. ¡Gracias Ana por tu cariño y dedicación!

No pretendo molestar a nadie pero tengo una debilidad, las enfermeras de investigación, Magda, Carol y Tatiana. Con Magda no he coincidido mucho pero son de las personas que sin haberlas tratado mucho sabes que son especiales.

Tatiana y Carol son mis hadas madrinas (así las he apodado cariñosamente). Tatiana es la supervisora y desde que la conocí me conquistó. Creo que tan sólo había pasado una semana desde que sabía que tenía cáncer cuando nos vimos por primera vez. Todo me daba miedo, todo me cagaba y entonces tuve mi primera consulta con ella y con una entereza y un convencimiento abrumador me dijo "Vale, tienes cáncer pero nadie ha dicho que no vayamos a luchar contra él. Porque puedes. Porque es una putada pero también lo es un infarto de miocardio que zas te deja ahí y ni te da la oportunidad de luchar". ¡Caray! No tengo palabras para explicar la fuerza con la que salí de su despacho. Aquella mujer me había transformado. Entré en su despacho hundida y salí diciéndole a mi madre "no te preocupes que menos mal que tengo cáncer y no un infarto de miocardio".(Olgada del día) Y entonces decidí luchar. Y cada mes cuando tengo consulta con ella sé que nadie conseguirá animarme como ella. Porque ella como nadie me dice el más convincente "eso es normal" cuando le digo preocupada que algo me duele. Porque nadie como Tatiana consigue que me seque las lágrimas corriendo para contestarle un "ya lo sé" cuando me dice que todos sabíamos que esto iba a ser difícil, y porque nadie como ella me lleva a su despacho para que me desahogue la semana pasada cuando llegue preocupadísima al hospital por una tendinitis.

Y mi Carol. Carol es la bomba. Carol te sonríe. Carol te abraza. Carol adora su trabajo y sabe como tratar a los pacientes. Carol me mola y me encanta tenerla cerca. Me hace sentir especial no sólo por lo que me escucha y me aconseja si no porque si voy al hospital y no me paso a verla se enfada...¿se puede ser más mona? Y porque cuando me pregunta "Olga, ¿cómo estás?" sé que lo hace porque le preocupa de verdad.

Por otro lado están las enfermeras de Oncología. Las que se encargan de pincharme, de estar conmigo durante el tratamiento, de hacerme los electrocardiogramas...Y todas ellas están encabezadas por su supervisora Pilar. Ya os he hablado en otros posts de ella porque estuvo a mi lado cuando me hicieron la biopsia, porque cada vez que me ve me da un abrazo que me encanta, porque es la dulzura hecha mujer...

Y luego están todas las demás enfermeras que simplemente son maravillosas. Porque me tratan con un cariño que jamás les podré agradecer lo suficiente, porque se preocupan siempre por darme una habitación para que me de la quimio más a gusto, porque cuando dejé de ponerme los ciclos de quimio me puse triste por no verlas semanalmente, porque cada vez que te cambian un botecito te sonríen, te dan conversación...Porque Rosabel me llama "mi chica" y me encanta, porque Marta me hace sonreir siempre, porque se saben mi nombre y yo me dejo más de uno pero gracias a Toñi, Ale, Carmen, Mercedes...Yo creo que son enfermeras de otra pasta y son un encanto. ¡Gracias a todas y cada una! (y a las que no he nombrado también).

Luego está la gente que trabaja en el hospital y que pasan a verme siempre que saben que estoy allí y que hacen todo lo que está en su mano para ayudarme en lo que necesito. Lola y sus chicas a las que todavía no sé cómo voy a devolverles todo el cariño que me han dado; Mar que es la auxiliar que se encarga de traer la medicación a Oncología y que siempre que ve mi nombre le da prioridad absoluta además de regalarme su sonrisa y su energía cada vez que me ve; Carmen, una antigua compi de cole con la que me he reencontrado y con la que es un placer compartir ratitos por su sentido del humor, porque parece que no ha pasado el tiempo entre nosotras, porque es un sol y porque es de las mejores cosas que ha tenido mi vida en el hospital; y por último mi Frida, que quien tiene la suerte de conocerla sabe la energía que desprende lo bonita que es por dentro y por fuera...y que después de esto ya no es sólo amiga de mi hermana sino que también es MI AMIGA.

Y por último y no menos importante MI ONCÓLOGA. Como no sé si ella querrá que la nombre públicamente pues me referiré a ella así. La adoro, esa es la verdad. Creo que es super importante crear lo que yo he creado con ella para que esto llegue a buen puerto (que creo que va por ese camino). Lo primero y más importante es que tengo plena confianza en ella y en su forma de llevar mi tratamiento. Creo que no me podría haber tocado nadie mejor que ella. Sabe transmitirme tranquilidad, no se me queda nada por preguntarle ni a ella nada por responderme y aunque supongo que le pasara con todos sus pacientes pero siento que le importo y para mi eso es lo más esencial. Siento que se preocupa por mi, que quiere que me cure (a ver no creo que haya ningún médico de la patología que sea que no sienta lo mismo pero que además yo como paciente lo sienta eso es lo que le hace excepcional). No sé si alguna vez ella llegará a leer esto, pero si lo hace quiero que sepa que me siento super orgullosa de decir que ella es mi doctora y que me siento super protegida. Porque es capaz de pedirme 2000 análisis a la semana con tal de que no se le escape nada, porque tiene una forma de agarrarme al brazo que me transmite a la vez fuerza y tranquilidad y porque si algo puedo decir segura al 100% es que no sé cómo evolucionará esto pero al menos LO HEMOS INTENTADO.

Me da rabia porque después de tanto tiempo queriendo escribir este post a lo mejor no me he explicado tan bien como pretendía, porque seguro que me he dejado a alguien y no es mi intención, porque aunque escribiera cada día no tengo palabras para explicar lo agradecida que me siento...

Pero si sirve de algo, cada vez que alguien me pregunta hablo orgullosa de los profesionales del Hospital Universitario Gregorio Marañón y que aunque el motivo por el que os he conocido es una mierda quiero que sepáis que es TODO UN PLACER COMPARTIR CADA DÍA.




miércoles, 20 de noviembre de 2013

Todo este mes sin escribir...

Creo que tengo tantas cosas que contar que no sé muy bien por dónde empezar. Si me costó ayer resumirle mi fin de semana a mi amiga María no sé muy bien cómo voy a hacer para resumiros un mes en el que me han pasado muchas cosas.

Lo primero es que ¡ESTOY DESCANSANDO DE LA QUIMIOTERAPIA! Si, mi bichito está dormido y son ya dos TACS estables asi que aunque hay días en que eso no me convence mucho...es buena noticia y es motivo de celebración (que no sea por no celebrar vaya). Sigo con mis pastillas del ensayo clínico y luchando con los efectos de la ausencia de quimioterapia en mi cuerpo: el pelo vuelve (como era de esperar crece más en las cejas y en el bigote por lo que las pinzas depilatorias son mis nuevas mejores amigas), el periodo vuelve y mis miedos vuelven.

Es difícil admitir y convivir con tu enfermedad sabiendo que el único fin es "cronificar mi enfermedad" y que lo más importante es ser capaces de llevar una vida normal con mi medicación. Cuando debo contárselo a mis abuelos lo hago con una entereza y firmeza que casi me convenzo pero a decir verdad, cuando lo hablo tranquilamente con Ernesto, mis padres y mi hermana me enfado y sólo pienso en que no podré llevar una vida normal.

Pero para vuestra suerte, hoy me he despertado con el día fuerte y con el único propósito de contaros toooooodas las cosas que he hecho en este último mes sin quimio y que no me hacen normal, me hacen excepcional (no paro señores y eso me encanta).

- He aprendido más sobre mi enfermedad. Quería que este fuera mi primer punto porque creo que es esencial. Yo siempre he estado al tanto de lo bueno y lo malo de lo que tenía y el hecho de que tenga una oncóloga para quitarse el sombrero (no diré su nombre por respeto pero es una crack) hace que le pueda hacer mil preguntas sobre todo lo que me pasa por la cabeza y que ella me calme y me explique. Sólo es un consejo y espero que los que me leéis no estéis malitos, pero si lo estáis preguntad, una y otra vez hasta que lo tengáis todo claro. Da mucha calma y eso es lo que necesitamos.

- Fui al concierto "Por ellas" que Cadena 100 organizó en favor de la Asociación Española de Cáncer de Mama. Desde el día en el que mi amiga Ely lo oyó por la radio quiso que fuéramos juntas y os prometo que fue un conciertazo. Bailé, canté, disfruté...tanto que cuando Rosario Flores estaba sobre el escenario bailando sin parar su "Marcha, marcha" yo me dejé llevar por la canción y por el arte flamenco que me poseyó desde los dedillos de los pies hasta el último pelo de mi peluca. Y ahí bailando sin importarme mi enfermedad, sin importarme nada más que disfrutar de ese momento que la vida me daba la señora de detrás me jaleó "Ole tu madre!" y yo más flamenca que nadie le puse mi pose más gitana y sonreí. Desde aquel día aún nos reímos de ese momentazo. 
Pero también lloré, sin importarme que me miraran y apoyándome en Ely que aguantó estoicamente. Porque lo mismo me pasó cuando fui a la Conferencia del Cáncer, esas mujeres están hechas de otra pasta. Tienen fuerza, tienen vida y yo no voy a ser menos. Os lo prometo.

- Fui al concierto de Malú. Os aseguro que no sabía que tenía una vena tan conciertera pero mi gente me la ha descubierto y quiero deciros que fue un placer compartir esos momentazos con Sarita y María y que simplemente fue genial. Y porque estuvimos toda la tarde recordando viejos momentos!
Además, si quiero impresionar a mis nietos con mis batallitas será mejor decirles "cogí mi bolso, me puse la peluca, me puse mona y cogí del brazo a mis amigas porque la noche era nuestra" a "y me fui a la cama que estar malita me impedía disfrutar de la vida" ¡DE ESO NADA MONADA!

- La semana pasada me escapé unos días a ver a mis abuelos y no hay nada más reconfortable que eso. Me volví con una tendinitis en el brazo pero no cambio nada por una conversación con mi abuelo, por un paseito con mi abuela...

- Este fin de semana me fui con mi familia a Alemania a visitar a mi primo que lleva trabajando allí desde Julio y ha sido INCREÍBLE. De no ser por la tendinitis que aún me está dando la lata ni me acuerdo de que estaba mala. Así que desde aquí mil gracias a mis compañeros de viaje, un placer. ¡CLAAAARO!
Y aquí va mi segundo consejo para los que estéis pasando una mala racha. CAMBIAD DE AIRES. Hay veces que necesitas perderte para respirar, para recordar que sí puedes, para ordenar tu cabecita. Y eso es lo que he hecho en mis mini escapaditas: relajarme, recargar pilas y disfrutar.

- Otro de los momentos a destacar de este mes es que me fui hasta Torres de la Alameda a tomarme unas ricas lentejas con unos amigos...

- Y mi Olgada del mes, que no falte. Estaba con mis amigas Raquel y Sara tomando el aperitivo en una terracita un sábado. Cuando me levanté a cambiar el ticket del parquímetro sentí como el señor de la mesa de al lado decía algo en voz alta pero supuse que sería el típico "cómo está el país" que los abuelillos dicen en voz alta con el fin de entablar una conversación. Pero nada más lejos de sus intenciones. Cuando volví a la mesa el señor se levantó para irse, no sin antes acercarse a nuestra mesa y decir: "Sin desmerecer a sus compañeras, no querría irme sin decirle que es usted la más bonita" OLE, OLE Y OLE. Si con frases así no te alegran el día...Y eso que me vio con peluca, lo mismo me ve en unos meses y me pide matrimonio.

Y por no contar los buenos ratitos que he pasado con mi familia, con mis amigos, con mi chico...que aquí no se pueden enumerar y que me dan fuerzas para esos días en los que ser fuerte no basta y que tienes que hacer un esfuerzo más.

No quería terminar este post sin nombrar a una estrella que brilla en el cielo desde hace unos días. Permitidme sólo eso, un recuerdo, una admiración a un héroe que de alguna forma siento cerca y que tuve la suerte de conocer.