No sé cómo, ni cuando, ni por qué, pero este blog se ha convertido más en mi desahogo, en mi forma de expresar mis sentimientos y de contar cómo va todo a veces incluso independientemente de mi enfermedad, y eso, me gusta así que aún en arriesgo de decepcionar a mucha gente, creo que voy a seguir así.
El jueves pasado recibí un nuevo ciclo de quimioterapia. No hablo del tipo de medicación que recibo porque además de ser malísima con esos nombres tan complicados creo firmemente en que no existen tratamientos sino pacientes y que aunque algo pueda funcionarme a mi a las mil maravillas puede no aceptarlo igual el organismo de otra persona en mis misma situación por lo que tampoco me parece bien abrir un debate sobre todos los tipos de tratamientos que afortunadamente existen hoy en día para luchar contra el cáncer de mama mestastásico.
Llevaba unos días tristona por la última crisis, pero yo no sé que tiene el Gregorio Marañón que entro por la puerta...y sonrío. Y sí justo da la casualidad que veo a mi oncóloga y me da algunas de sus palabras mágicas y un achuchón...pues kriptonita para mis venas y yo...de subidón. Tanto tanto que a pesar de que me pusieron bastante medicación y salí a las 4 de la tarde (hora y excusa perfecta para irte a casa a dormir una buena siesta) tenía fuerza para irme con mi madre de compras y comprar ACEITUNAS (que estaba la niña con el antojo).
Y así, a pesar del cansancio que me da de vez en cuando (sobre todo levantarme que no conozco a nadie que le cueste más que a mi levantarme de la cama), que me duele mucho mucho la doblez del brazo (el reverso del codo) que debe ser de sacarme tanta sangre y que es el culpable de posturas indescriptibles a la hora de dormir, y de mis malos ratos (que los tengo oiga) sigo como puedo con mi día a día.
Cada noche hago mi resumen del día. Mi abuela leerá orgullosa que cada noche hago mi "examen de conciencia" y como supondréis hay de todo. Siempre doy las gracias por haber superado un día más pero los días más flojita el miedo me puede, y en cambio otros, son tantas las cosas que tengo que hacer, planear, organizar...que me duermo agotada por todo lo que tengo que hacer al día siguiente. Pero eso es lo mejor.
Hay una frase que habréis escuchado que dice algo así como "que no te quede ningún sueño con el que soñar" o algo así y eso quiero que sea con lo que os quedéis hoy.
No sé que va a pasar mañana y me da pánico planear cosas con 15 días de antelación por sí pasa algo. Pero nadie me prohíbe planearlo y replanearlo en mi cabeza e ilusionarme, y sonreír...
Así que, ahora mismo me voy a dormir la siesta que tengo muchos sueños en los que soñar y muchas ganas de hacerlos realidad así que mientras pueda...que me quiten lo bailao, y así esta noche cuando haga mi resumen del día estaré tan cansada de todo lo que he hecho y de repasarlo que no me va a haber hueco para las angustias ni los miedos y...ese es un pasito más para ponerme buena, aunque sea poco a poco.